Intentaba desesperadamente abrir la puerta para detener el vehículo, sin percatarse de que había olvidado activar el freno de mano. En cuestión de segundos, la situación escapó de su control, y lo que parecía ser un simple descuido se convirtió en una trampa mortal. Fue aplastado entre los dos acoplados del vehículo, sellando su destino de manera abrupta y trágica. Este devastador accidente tuvo lugar en China, dejando una escena que aún estremece a quienes la recuerdan.